El ladrón sin escrúpulos Vickers Cavendish logra la membresía en el famoso Reform Club de Londres a través de engaños. Le informa al miembro asociado Phileas Fogg III, bisnieto del hombre que hizo el famoso viaje de 80 días alrededor del mundo, que su propio bisabuelo fue uno de los hombres financieramente arruinado por apostar en la exitosa finalización de ese viaje. Cuando Cavendish afirma que la hazaña tuvo éxito sólo porque Fogg I hizo trampa, Fogg III le apuesta a él y a otros miembros del Reform Club, 20.000 libras a que él puede hacer el mismo viaje sin gastar un centavo. Fogg y Cavendish se reúnen al día siguiente para llevar a cabo un acuerdo formal en el banco, cuando éste le roba dinero de tal manera que la estafa no se descubre hasta que Fogg y sus tres criados - Moe, Larry y Curly Joe – han subido en un barco con destino a Estambul. Mientras tanto, J. B. Crotchet de Scotland Yard persigue a Fogg, quien ha sido acusado por el crimen, al igual que Cavendish y su cómplice, Lory Filch, estos dos últimos planificando asesinar a Fogg para asegurarse de ganar la apuesta. Después de luchar mano a mano con un gigante, esquivando cuchillos lanzados por los guardaespaldas de un maharajá, y experimentando numerosas desventuras en Calcuta, China, Tokio, San Francisco, y Canadá, los cuatro viajeros llegan de vuelta a Londres con Amelia, una hermosa mujer americana a la que han conocido a lo largo del camino. La culpabilidad de Cavendish y Filch es admitida, y Fogg logra llegar al Reform Club a tiempo para ganar tanto la apuesta como la mano de Amelia.